El Mallorca quiere bajar las persianas de su estadio con la cara puesta y la mitad de los deberes hechos. El equipo balear, recompuesto a todos los niveles tras la toma del Metropolitano, vuelve esta noche a su refugio para abrir la jornada y cerrar el año. Acampada en una zona cálida de la clasificación, la escuadra de Luis García afronta su primera oportunidad de cruzar el paralelo 20 -tiene 19 puntos en 16 partidos- y empatar media estancia dos jornadas antes de doblar la esquina del campeonato. Por cierto, alejaría aún más a un Celta situado a sus espaldas, que supone una amenaza como viajero, pero que aparece en Palma sin su futbolista franquicia: Iago Aspas (Son Moix, Movistar LaLiga, 21:00 horas).
De semana en semana, el estado de ánimo de Mallorca se ha disparado. Volviendo al Atlético de Madrid en su salón y con sus propias armas, ha vacunado al equipo contra los males que sufría y, de repente, todo parece tener un color diferente. El grupo ha recuperado su autoestima y después de tres meses de tropiezos pueden volver a encadenar dos victorias consecutivas para equilibrar las puntuaciones de este fin de año. La sonrisa del Mallorca contrasta con el gesto lúgubre de un Celta que llega al partido bajo una espesa capa de dudas y en una posición más incómoda. En cualquier caso, los dos lo hacen con bajas entre sus filas. En el local son cinco y casi todos arrastrados desde jornadas anteriores, ya que a Antonio Raíllo, Amath, Hoppe y Lago Junior se les ha unido de nuevo el portero Dominik Greif, cuyo caso ya empieza a ser digno de estudio. Sin embargo, la situación que más preocupa es la de Iddrisu Baba, quien no aparece en esa parte de la guerra pero estará en duda hasta el último momento.
El técnico no sabrá hasta hoy si el ghanés va a empezar, jugar un rato o quedarse en la grada. Y dependiendo de lo que hagas, el resto de los once irán tomando forma en una u otra dirección. Además, el héroe de Wanda, el japonés Take Kubo, aún no está listo para jugar un partido completo, por lo que LGP tendrá que decidir si usarlo desde el inicio y hasta que dure o si esa bala está reservada para el tramo final de la partido, como contra el Atleti. El que no tendrá problemas para mantenerse en el lateral derecho es Pablo Maffeo, a pesar de que el jueves no participó en el entrenamiento abierto al público. El catalán, que se ha perfilado como un elemento clave para el buen funcionamiento del equipo, podrá seguir empujando desde su carril. Mallorca tiene una buena oportunidad para marcar el territorio.
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