Uno de los 'calvarios' que más sufre cualquier tipo de persona que esté a cargo de un bebé son los problemas de sueño. Según los expertos, que el pequeño tarde más de treinta minutos en dormirse refleja que su reloj biológico o interno no reconoce que es el momento de acostarse. Esto puede pasar incluso si el bebé está agotado.
La Dra. Monique LeBourgeois ha explicado a Mother and Baby que “el funcionamiento del reloj biológico de tu hijo depende en parte de la genética: algunos de nosotros tenemos la tendencia a ser 'gente de la mañana' y otros la de noctámbulos”. Este último grupo se correspondería con las personas que 'deambulan' por la noche. Sin embargo, estos también tienen problemas de sueño.
¿Cuál es el motivo? Independientemente de que tu bebé sea una persona diurna o nocturna, este puede sufrir problemas para conciliar el sueño debido a las células alojadas en el interior de nuestro cerebro: las reguladas por la hormona llamada melatonina. “Los niveles estarán bajos durante el día, aumentarán por la tarde y alcanzarán su punto máximo con la llegada de la noche”.
Aproximadamente, los niveles comienzan a crecer dos horas antes de empezar a sentirnos somnolientos. Una vez concluidos esos 120 minutos, nuestra capacidad de quedarnos dormidos será mayor. Los bebés son prácticamente inconscientes del paso del tiempo una vez que han salido del útero, donde siempre está 'oscuro'. Con su llegada al mundo, la mayoría puede necesitar varios meses para producir melatonina y cortisol por sí mismos.
Al ser fundamental esperar el tiempo que necesite tu bebé para desarrollar estas hormonas, puedes poner en práctica una serie de pasos que recomienda la especialista. Según ella, “la exposición a la luz natural ayuda a que su reloj biológico esté alerta durante el día y duerma por la noche”, por lo que convendría abrir las cortinas durante las horas que haya sol. Otra forma de fomentar la exposición a la luz solar es dando un paseo. Eso sí, ¡no olvides ponerle protector solar!
La mayoría puede necesitar varios meses para producir melatonina
Para que el pequeño se haga una 'ligera' idea del paso del tiempo, será interesante crear distracciones: usa persianas opacas durante la noche para que la habitación permanezca a oscuras y mantén el ruido al mínimo. El bebé tendrá así un ambiente tranquilo y silencioso. “Cuando el bebé se despierte para comer por la noche, atenúa las luces o usa una lámpara lateral para mantener la habitación a oscuras. Si tienes que hablar, modula el tono de tu voz hacia uno más bajo”, ha aconsejado la fundadora de Child Sleep Work, Maryanne Taylor.
Por último, a pesar de que los bebés no deberían seguir una rutina total, podrás incluir una serie de hábitos constantes a la hora de acostarse. “Aunque un bebé no es capaz de entender una rutina, le encantará la previsibilidad. Antes de que se duerma, cambia tu ropa y dale un baño para calmarlo y demostrarle que el día va a terminar y es hora de que comience la noche”, comparte Taylor.
Uno de los 'calvarios' que más sufre cualquier tipo de persona que esté a cargo de un bebé son los problemas de sueño. Según los expertos, que el pequeño tarde más de treinta minutos en dormirse refleja que su reloj biológico o interno no reconoce que es el momento de acostarse. Esto puede pasar incluso si el bebé está agotado.