Cerras las persianas es una buena opción
Hace un calor histórico para un mes de junio, y los precios de la luz están por las nubes . En este contexto, tanto quién tiene aire acondicionado a casa como quien no busca maneras para hacer más soportables las altas temperaturas.
En El món a RAC1 ya han repasado los consejos básicos para dormir bien en plena ola de calor , pero hay otros hábitos y trucos sencillos con los cuales podemos refrescar la casa sin aire acondicionado. Además, con muchos de ellos ahorraremos dinero y energía.
Podemos pensar que tener las puertas y ventanas abiertas todo el día de par en par nos ayuda a refrescar la casa, pero no es así. Los expertos insisten que es crucial ventilar solo a primera hora de la mañana (entre las seis y las ocho, aproximadamente) y por la noche, una vez se haya puesto el sol.
Por la noche se puede ventilar e intentar crear corrientes de aire
Por la noche podemos aprovechar para dejar abierto e intentar generar corrientes de aire que refresquen la casa.
“Hay que cerrar los toldos, persianas y ventanas siempre que afuera haga más calor que adentro”, decía a RAC1 el jefe de ahorro y eficiencia energética del Instituto Catalán de Energía, Lluís Morer. Instalar y utilizar durante las horas de sol estos elementos, junto con las cortinas, nos ayudará a evitar la entrada del calor a través de los vidrios.
En el caso de las cortinas, también podéis humedecerlas con agua (con un pulverizador) para aumentar la sensación de frescura. También es útil poner toallas o sábanas húmedas ante las ventanas, un truco parecido al método egipcio que permite refrescar la cama antes de ir a dormir .
Un recurso clásico. Los ventiladores nos ayudan a crear corrientes de aire y rebajar la sensación de calor. Durante la noche son más recomendables y eficientes que el aire acondicionado. Los de techo funcionan muy bien, y los de pie o de tierra los podéis colocar en la posición y distancia que queráis.
El ventilador es una herramienta efectiva y económica para estar fresco en casa.
Otro truco es poner, justo delante del ventilador, un recipiente metálico con hielo y sal gruesa para que enfríe el aire.
Los suelos cerámicos absorben mucho calor y calientan el ambiente sin que nos damos cuenta. Por eso es recomendable frotar o rociar con agua fría los suelos de las terrazas, balcones y habitaciones que más se calienten.
Los electrodomésticos generan calor y, por lo tanto, tendríamos que intentar ponerlos en marcha el mínimo posible. Un consejo especialmente importante en la cocina, donde los fuegos y el horno se convierten en grandes fuentes de calor. También el lavaplatos, que consume mucha electricidad.
Por eso, la recomendación es preparar platos fríos y ligeros. Y si queremos cocinar, mejor hacerlo por la noche y con el extractor encendido porque se lleve el aire caliente. Por otro lado, las bombillas LED también ayudan a evitar el calor y ahorrar en la factura de la luz.
Las plantas son una opción natural y decorativa para refrescar el ambiente dentro de casa. Algunas plantas como el aloe vera, el ficus, el helecho de Boston o la sansevieria ayudan a reducir la sensación de calor y purificar el aire. Si se riegan por la noche, la humedad hace que el interior del hogar se refresque.
Tener plantas en casa ayuda a que se esté más fresco
Además, si se colocan junto a las ventanas o a los balcones, pueden frenar la entrada de la calor y rebajar la temperatura de la fachada.
Hay que beber agua y bebidas frescas para mantenerse hidratado durante las olas de calor. Lo que no tenemos que hacer es tomar bebidas calientes con la creencia que nos ayudarán a pasar el calor: es una leyenda urbana.
Y también nos tenemos que hidratar por fuera. Una ducha de agua fría puede ser la mejor solución cuando estamos acalorados, y también podemos recurrir al viejo truco de mojarnos la nuca, lo frente y las muñecas con agua fría. Nos ayudará a refrescarnos y relajarnos.
Una ducha fría es una gran opción para deshacerse del calor
Los tejidos de algodón, lino y seda son los que menos acumulan el calor. Usáis este tipo de ropas frescas y ligeras tanto para vosotros como para la ropa de casa (especialmente sábanas y cojineras). Y si pueden ser de colores claros, mejor.
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