La arquitectura y la naturaleza conviven desde que el hombre decidió incursionar en sus primeras construcciones. Hoy en día, casi la totalidad de las edificaciones cuentan con ventanas de vidrio. Su transparencia es para las personas una fusión con el exterior pero para las aves una amenaza. Es común que los pájaros no distingan si hay o no un vidrio y que por eso se golpeen contra el mismo. Para evitar este choque, hay materiales que resultan más amigables con estos animales y evita el golpe que se pegan a sí mismos.

Si se utiliza un vidrio con un patrón grabado o estampado, es probable que las aves puedan identificar el obstáculo en su camino. El mismo está impreso con una frita de cerámica o un patrón de puntos y su funcionalidad distintiva es la reducción del deslumbramiento además de sus propiedades aislantes que permiten reducir los costos de enfriamiento de un edificio.

Los vidrios de este tipo pueden venir teñidos, esmerilados o grabados, lo que permite eliminar la transparencia desde afuera y alertar a los pájaros en pleno vuelo.

Una opción que cambia la fachada del inmueble es la película reflectante para las ventanas. Esta genera un reflejo de manera que no se pueda ver dentro y podría usarse para “camuflar” una casa en medio de un amplio espacio de naturaleza y continuar el paisaje. Además, las aves podrían verse a ellas mismas a medida que se acercan al material, por ende podrían desviar su camino.

Las persianas y cortinas opacas son una gran opción para quien ya tiene instalados vidrios estándares y desean evitar la colisión de los pájaros. Estas tienen la principal función de filtrar la luz y, según su espesor, permiten regular la iluminación del ambiente de uno brillante a completamente oscuro en su modalidad de black out.

Una de las opciones más costosas que podrían evitar la colisión de las aves es la utilización de vidrios con diseño UV. La ventaja es que al mismo tiempo que es invisible para los humanos, el efecto es notable para algunos de los pájaros ya que estos pueden ver el espectro ultravioleta de la luz. La fachada del edificio tiene como resultado un aspecto espejado que refleja lo que lo rodea.

Las ventanas colocadas en ángulo son el ejemplo perfecto para las superficies desiguales. La variación de la posición del vidrio permite a toda hora generar contrastes y reflejos que marcan la presencia del material y alertan a las aves que pasan por ahí.

Las ventanas de los locales comerciales suelen incluir stickers gigantes con el logo de la marca, un diseño de decoración o promociones temporales. Este elemento es de gran ayuda para las aves, ya que distinguen en la calcomanía una figura que deben esquivar.

Si bien es el método más rudimentario, es popular entre las personas el atado de bolsas de plástico vacías en la cercanía de la ventana, dado que el ruido que estas hacen con el viento suelen ahuyentar a los pájaros en su vuelo.

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