La siembra y la poda pueden moderar la fiebre del heno. Prepárese para las verduras de verano y configure el invernadero para que reciba más sol. Elimine las malas hierbas y las algas prolíficas del estanque.
La temporada de fiebre del heno causada por árboles polinizados por el viento, como el roble y el abedul, se está cerrando. El tejo y el acebo son dos árboles de jardín que arrojan polen y flores masculinas y femeninas en plantas separadas. Estos últimos son preferibles, ya que proporcionan bayas de otoño pero no arrojan polen. Solo se necesitan unas pocas plantas masculinas para servir a muchas plantas femeninas. La poda fuerte de tejos y acebos masculinos, así como de avellanos, impide la floración. Los que sufren de fiebre del heno deben evitar los abedules, alisos y sauces llorones en sus jardines.
A partir de mediados de mayo, dependiendo de la región, se pueden sembrar o plantar calabacines, pepinos, judías verdes, calabazas, fríjoles, calabazas y maíz dulce. Como deben crecer rápido antes de que las heladas los acaben en otoño, enriquezca la tierra con un balde de abono de jardín y 70 g de fertilizante por cada metro cuadrado y ábralo. Levante tiendas indias o hileras de cañas, postes y cuerdas para sostener las judías trepadoras, y use wigwams de postes resistentes para sostener las calabazas trepadoras.
Llene las tinas y las macetas grandes con una rica tierra para macetas y plante berenjenas, pimientos y tomates en los patios soleados y, en los parcialmente sombreados, guisantes, pepinos y calabacines. Cultive guisantes a partir de semillas, pero considere comprar plantas resistentes de otros cultivos si no ha cultivado ninguna. El calor durante el día quedará atrapado por las paredes y el pavimento cercanos, pero las heladas aún pueden ocurrir en algunas áreas hasta junio. Cubra las plantas con una doble capa de vellón si se pronostican heladas.
Contrarresta el exceso de calor con sombra adicional y mayor ventilación. Las persianas externas son las mejores, especialmente para los invernaderos de plástico, que pueden mancharse permanentemente con la pintura para sombra. Use solo la sombra mínima necesaria para evitar temperaturas superiores a los 30°C, ya que las plantas, especialmente los tomates y otros cultivos comestibles, necesitan mucha luz. Las noches aún son frescas, así que cierre las ventilaciones después de la puesta del sol. Los invernaderos a menudo carecen de suficientes instalaciones para dar sombra y ventilación y, una vez que ha pasado el riesgo de heladas, las plantas pueden crecer mejor afuera.
A corto plazo, las algas se pueden eliminar con una red o un rastrillo. Agregar paja de cebada o lavanda, en una red, a menudo lo previene. Donde persista, considere cultivar plantas flotantes como los nenúfares y agregue tinta oscura especial para estanques para sombrearlo. Evitar que cualquier materia orgánica del jardín o fertilizante entre en el estanque ayudará a mantener las algas bajo control.
Guy Barter es el principal asesor de horticultura de la Royal Horticultural Society. La Royal Horticultural Society es una organización benéfica que trabaja para compartir lo mejor de la jardinería y hacer del Reino Unido un lugar más verde. Más información en rhs.org.uk
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